La manera en la que cocinas los alimentos tiene un efecto importante en la cantidad de nutrientes que se conservan. Aunque cocinar los alimentos mejora la digestión y el consumo de muchos nutrientes, puede también reducir los niveles de algunas vitaminas y minerales.
Sácale provecho a la mayor cantidad posible de vitaminas presentes en tus comidas siguiendo estos consejos:
1- No peles las verduras, déjales la piel siempre y cuando sea posible.
2- Consume el líquido que queda en el sartén después de cocinar las verduras ya que en él se encuentran vitaminas.
3- Elige cocinar al vapor en vez de hervir. Mientras menos agua tenga menor será la perdida de nutrientes.
4- Si decides hervir las verduras, pon la menor cantidad de agua posible para así reducir la pérdida de vitaminas B y C y reten el líquido de cocción para utilizarlo en un futuro (como sopas y caldos).
5- Evitar el recalentamiento continuo de los alimentos ya que al cocinar los alimentos por mucho tiempo se pueden destruir algunas vitaminas.
7- Intenta comer los vegetales cocidos dentro de un día o dos para evitar perder su contenido de vitamina C que este continúa disminuyendo cuando los alimentos están expuestos por mucho tiempo al aire.
8- Cocina las verduras por solo unos minutos siempre que sea posible. 9- Corta las verduras en trozos grandes para reducir el área de la superficie expuesta al calor y al agua.